lunes, 16 de septiembre de 2013

Nirvana: himnos para un espíritu adolescente (1987-1994, USA)

Hay bandas de rock de las que no se puede hablar sin evitar recordar momentos de la infancia, de la adolescencia, sin dejar de lado el sentimentalismo hacia aquellas épocas. Hay bandas de rock como Nirvana que no pueden ni deben ser olvidadas, porque impulsaron un movimiento, porque asumieron una postura, porque buscaron un sonido innovador, porque marcaron a toda una generación, esa generación apodada  “X”, que buscaba una identidad, y que gracias a la música, logró apaciguar en algo aquella búsqueda, aquel descontento. Y es  que cuando escuchamos a esta banda, nos invade una inmensa nostalgia, esa nostalgia de saber que vivimos y crecimos en la misma época en que se desarrolló  un grupo de los legendarios, de los grandes, de aquellos  contemporáneos que paradójicamente nunca podremos ver en vivo.



Cuenta la historia que un día de 1988, bautizados ya como Nirvana, la banda formada por Kurt Cobain, Krist Novoselic y Chad Channing firma un contrato con la disquera independiente Sub pop para la publicación de su primer álbum titulado Bleach, que llevaría uno de sus más grandes éxitos: About A Girl, con un sonido completamente influenciado por The Beatles.

Tras la salida de Chad Channing y el ingreso del baterista Dave Grohl, la banda empieza a grabar su  nuevo álbum bajo la producción de Butch Vig, conocido productor que también ha trabajado con las bandas The Smashing Pumpkins, Soul Asylum, Green Day, Foo Fighters, entre otras, además de ser el baterista de Garbage. El resultado es el conocido: Nevermind se convirtió en todo un éxito comercial, significó el posicionamiento del grunge como estilo y además, con Smells Like Teen Spirit, se forjó un himno para toda una generación. Desfilan en este disco también, las conocidas Come As You Are; Lithium; StayAway; On A Plain y los memorables acústicos Polly y Something In The Way.

Para su siguiente disco titulado In Utero, la banda busca un sonido diferente, porque se cuenta que Cobain no quería la fama que se alcanzó con el Nevermind, el resultado de este tercer álbum es bastante auspicioso, las críticas de la prensa especializada fueron más que alentadoras, y si bien es cierto, el sonido presenta algunas variantes, las canciones tienen lo necesario para repetir el éxito, principalmente Serve the servants; Heart-shaped box; Rape me; Dumb; Pennyroyal tea y All Apologies, fueron las encargadas de acrecentar aún más el fervor hacia la banda y hacia su líder.

Y como las desgracias parecen perseguir al grunge, un día de abril de 1994, Kurt Cobain, de 27 años, se suicida disparándose con una escopeta, como consecuencia de sus problemas depresivos y adicciones… una pérdida que hasta hoy el mundo de la música y los fans se lamentan.

El legado de Nirvana es ampliamente reconocido, y muchos discos póstumos, entre recopilatorios, rarezas y lados B, recibieron gran acogida, poniendo de manifiesto la importancia que había logrado el trío, destacando entre estas publicaciones el excelente MTV Unplugged, grabado meses antes de la muerte de Cobain, sesión donde se reinventaron varios temas y popularizaron algunos de menor difusión que resultaron de mayor atractivo por los arreglos que supone una versión acústica. 

Varias canciones publicadas años después también levantaron bastante polvo, como el álbum en vivo From the Muddy Banks of the Wishkah, que contaba con una canción que extrañamente se convertiría en todo un boom: Aneurysm, que por cuestiones de la vida, pasó casi desapercibido cuando salió publicada como cara B del Smells Like Teen Spirit y posteriormente en el EP de 1992, Hormoaning.

Y entre problemas legales con Courtney Love, viuda de Cobain y la venta abrumadora de estos discos, se puso de manifiesto nuevamente la importancia de la banda, y es con el compilatorio autotitulado, que Nirvana se coloca después de mucho tiempo en los rankings de todo el mundo: el inédito You Know You're Right, confirma que la fusión Cobain/Novoselic/Grohl  fue todo un fenómeno y difícilmente se podrá olvidar.





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Parte de este artículo fue publicado el mes de Setiembre 2013 en la revista Zona Joven (#186)

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