martes, 30 de julio de 2013

Catervas. Hoy más que ayer...

Hace algún tiempo, vagando entre tantos conciertos a los que asistía, conocí a una banda que se hacía llamar Catervas, y tenían una música que era algo oscura, no llegaba a a ser gótica, ni dark, ni new wave, pero tenía un especial interés en sus composiciones por resaltar acordes lúgubres, oscuros, y teclados con atmósferas de igual forma, que le daban un estilo post punk y además se acompañaban de una voz que no era algo común, porque llevaba cierta pesadez, poco brillo e improvisación, que hacía evidente cierta falta de destreza vocal, de técnica, pero que a pesar de ello, mantenía una peculiar atracción, porque iba acorde con el sentir de las historias que cantaba, y porque además, redescubrimos que no se necesita de una voz magistral para expresar algo, cosa que muchos intérpretes han perdido en el afán de conseguir un cantar pulcro y extremadamente "pasteurizado", propio de superestrella del American Idol.

La historia oficial de Catervas se inicia el año 1996, y su primer disco data del 2001, disco homónimo que representó en su momento un buen pilar para la escena rockera peruana, que se encontraba en su segundo renacimiento, y es con esta producción que el grupo formado por los hermanos Pedro (voz y guitarra), Raúl (bajo) y Javier Reyes (batería) consiguen una aceptable difusión en canales alternativos que por aquellos años se dedicaban a la cobertura del rock peruano (recordemos que aquellos años, internet aún no era explotado como ocurre por estos tiempos). Para empezar, podemos escuchar Garabatos, que tiene una ligera similitud a The Cure, incluído el video del mismo tema, que rinde tributo al Close To Me, de la banda de Robert Smith, con un armario en un precipicio, listo para caer al mar.


En este álbum podemos escuchar más del sonido post punk en Tacto; Frío; [Aquella] Luz, con un genial intro darkwave, al más puro estilo de Dolores Delirio. Cíclica continúa con la buena performance de la banda y en esta oportunidad, netamente instrumental, para hacer notar su destreza con los instrumentos y aquel teclado que se apodera de la totalidad del tema.

Aún; Tu Creencia y Trance Vertical; prosiguen con el buen sonido, para terminar con otro instrumental titulado B-2ble-p, decorado con una amplia gama de efectos de sintetizador que culminan un disco bastante auspicioso para el grupo. En la reedición del disco, se incluye una versión en vivo del tema El gato ron-ron, que formó parte del álbum Tributo a la Niñez, que no era más que una compilación de temas infantiles en versión rock.

El año 2004, fuimos testigos de la reaparición del grupo con un disco nuevo bajo el brazo, en esta oportunidad disfrutamos del lanzamiento de Semáforos, tal vez el mejor disco que tiene la banda, con el que demostraron una maduración rápida, producto del trabajo serio y el horizonte claro del trío.


Mentalizar es el tema inicial, con un intro bastante similar a Slave To The Wage, de la banda británica Placebo, otro de los claros referentes de los hermanos Reyes. A continuación, Elástica, tema que se convirtió en el más importante del disco, porque en cierta medida, es uno de los más digeribles de esta producción.

Vienenyvan; Imposible Hoy; Almas y Caen y Caben, deambulan por el mismo tempo y gozan de ciertos atributos que los convierten el piezas fácilmente digeribles para un disco que está plagado de buenos temas. Pero la parte genial del álbum, aquella donde podemos descifrar el real estilo y dirección de la banda, la encontramos en piezas como la acústica atmósfera de Huir ("Sí, he intentado aprender lo tanto que hay en ti"); la pesadumbre trágica de Anduve ("Y anduve por el sol que quemó mi fe"); el letargo de Semáforos ("Me es imposible cambiar algo que no quiero ser") y la etérea Moonset ("Y la espuma que canta y persigue otra vez"), que definitivamente nos convencen que esta producción es lo mejor de su carrera musical.

Hoy Más Que Ayer, álbum del 2008, continúa por la misma senda, y nos regala un intro titulado Acuarelas, completamente instrumental para iniciar un disco de carácter regular en la discografía de la banda. Transmisor, es aquella canción que nos hace recordar en gran medida a su primer trabajo, que lleva además un guitarreo nuevamente bastante influenciado por The Cure, con un bajo que también le debe mucho al estilo del gothic y new wave.

El sonido ochentero se respira a flor de piel en la mayoria de los temas, siendo los más resaltantes Marioneta; Covida; Dibujándonos; Es Tan Difícil; Un Domingo Pasó y Las Mismas Calles. Una vez más, se dejan escuchar algunos minutos de atmósfera envolvente en Historias Sin Oír, tema que se convierte en el único que repite aquellas memorables pistas del álbum Semáforos (Huir; Anduve; Moonset).

Actualmente la banda se encuentra elaborando material nuevo, mientras tanto, los esperamos hoy más que ayer.



No hay comentarios: