jueves, 14 de marzo de 2013

My Chemical Romance: No tan convencionales.

Si hay una banda que intenta por todos los medios (conciente o inconcientemente) zafarse esa bendita etiqueta emo, diría que es My Chemical Romance, y no es que el ser emo sea algo malo, pero musicalmente hablando, esta vertiente  no tiene un estilo característico, y si lo tuvo, quedó relegado a mediados de los noventa, contrario al identificable sonido del Punk, Heavy metal, Pop, Soul, Blues o cualquiera de aquellas corrientes añejas, que tienen ciertos patrones característicos que sólo  se encuentran en  el emo a través de su temática “emocional”, de donde deriva su nombre y a la forma de vestir de sus cultores, tomada en gran medida del gothic y el dark. Estos  detalles  no pueden definir  un estilo musical porque para ese caso, cualquier canción depresiva de Radiohead o Bat For Lashes podría ser catalogada como emo, cosa que sería muy alejada de la realidad.


La evolución de My Chemical Romance ha ido dando pasos muy seguros y es desde el 2002 con I Brought You My Bullets como punto de partida que su música  se establece  entre el punk y el denominado post hardcore, así tenemos Honey, this Mirror Isn't Big; Vampires Will Never Hurt You; Our Lady of Sorrows; Skylines And Turnstiles y Demolition Lovers como lo más importante de aquel primero disco, canciones que no son espectaculares, pero que logran el propósito de mostrar una banda nueva con ambiciones grandes, para años después en Three Cheers For Sweet Revenge, hacer ligeras variaciones y establecer un sonido algo más rockero, con letras introspectivas que se acercan más a lo que podría considerarse temática  emo, Helena es el tema que encaja bien en esta descripción, igual que Give 'Em Hell, Kid; Thank You For The Venom; The Ghost Of YouI'm Not Okay (I Promise) como lo más resaltante de una  segunda experiencia discográfica que intenta enmarcarse dentro de un espectro más amplio. 

Sorpresivamente, luego de esta producción encontramos un notorio punto de quiebre en The Black Parade, tomándose el atrevimiento de ejecutar solos de guitarra emulando a Queen, Whitesnake y Pink Floyd (salvando las distancias, por cierto), logrando su punto de ebullición hacia el track 5 con The Black Parade, mostrando  una interesante introducción de piano, voz y un juego de tarola de marcha épica en camino al cadalso (así de trágico suena), con un crescendo que alcanza el éxtasis batero casi al promediar los dos minutos del tema y una fuga acostumbrada, sin dejar por eso de ser sumamente interesante. Famous Last Words; I Don't Love You; Disenchanted y Teenagers completan un disco donde el esfuerzo por mostrar algo nuevo es evidente.


Para Danger Days; The True Lives Of The Fabulous Killjoys presentan pinceladas del rock alternativo y por momentos del garaje, elementos que al parecer incluyen para alejarse de una corriente de la  que según ellos mismos, nunca fueron parte. Resaltan los temas Na Na Na (Na Na Na...); Bulletproof Heart; Vampire Money; Party Poison; The Only Hope For Me Is You, Bulletproof Heart y Sing, bajo una temática post apocalíptica como concepto de un álbum cuyos videos hacen referencia inequívoca a Mad Max y otras películas setenteras de la misma temática.



Y si es que una banda se atreve a dar  vida a un proyecto conceptual, debemos entender entonces que debe existir una conexión necesaria entre todos los elementos del álbum. Esta apuesta ya había sido objeto de experimento en The Black Parade, pero en este disco, el vínculo entre todos los tracks se siente mejor logrado, muestra de ello son los videos presentados para cada tema, sin lugar a dudas, lograron un producto equilibrado.



El 2012 sería el año en que la banda decide lanzar una serie de vinilos titulados Conventional Weapons, que no son más que versiones descartadas de la época del Danger Days…  y que son puestas a disposición en formato de 7’’ y a  decir verdad,  ninguna canción suena mal, destacando Boy Division; Gun; The World Is Ugly y Kiss the Ring. Esta colección de 5 vinilos, que cuenta con dos temas en cada uno, se completó la primera semana de febrero, y cierra un círculo promocional para mantener en actividad a una banda que con el paso del tiempo ha sabido demostrar que no todo es emo (como muchos creen) en su camino por la vida musical.

Sorpresas y más sorpresas...




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Parte de esta reseña fue publicada el mes de Enero 2013 en la revista Zona Joven (#169)

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