viernes, 31 de julio de 2009

La Oreja de Van Gogh vs Amaia Montero


A las Cinco en el Astoria

La Oreja de Van Gogh volvió luego de una tormenta, pues Amaia Montero, padeció del "síndrome del solista" y decidió seguir un camino con nombre propio, del cual hablaremos líneas abajo.

Los integrantes de La Oreja... aún tenían ganas de continuar por el sendero que ya tenían hecho y para ello contactan a una chica salida de un concurso de canto realizado por TV, no fue ganadora, pero sí la elegida para el grupo, Leire Martinez con quien inician una nueva etapa en su carrera, grabando demos, ensayando y finalmente editando lo que sería su más esperado regreso: A las Cinco en el Astoria, esperado principalmente por la curiosidad de saber cómo sonarían sin Amaia, aunque era lógico encontrar alguna nueva voz con timbre similar, porque sino el cambio de estilo sería casi obligado.

A primera impresión A las Cinco en el Astoria cumple con lo básico: pop dulzón, pegajoso, con toques románticos, estribillos fáciles y alguno que otro sonido "registrado" del grupo, sin lugar a dudas parece que Leire se acopló rápidamente al accionar del resto.

Pero repasemos una a una las canciones: El último Vals, primer tema y primer single, efectivo de principio a fin, fresco y cumplidor para ser la carta de presentación. Inmortal, guitarreos conocidos, fraseos familiares, tal vez muy parecidos a Ni Una Sola Palabra, de Paulina Rubio, y es que las coincidencias no son gratuitas, Xabi San Martín (tecladista) es el compositor del tema que canta la chica dorada, Jueves es el primer tema pausado del disco, bonita melodía, bonito piano, buena letra, buena interpretación, este tema fue compuesto como un homenaje a las víctimas del atentado del 11 de Marzo en Madrid. Mas, guarda similitud con un tema antiguo de la banda, suena bien acorde con la evolución del disco, Cumplir un Año Menos es un tema acústico perfecto, Europa VII tiene una temática ecológica y futurista acerca de la destrucción del planeta visto por alguien desde el espacio, me hizo recordar a Soñaré (del disco debut) ... La Vista es un tema cumplidor, con un efecto de teclado muy parecido a Los Amantes del Circulo Polar (del Viaje de Copperpot) y con el final de Let It Be de The Beatles, Sola me recuerda mucho al bonus que venía en el disco Lo que te conté mientras te hacias la dormida, que al final tiene como sorpresa el teclado y la frase inicial de Paris ("ven, acercate"), Palabras para Paula es un tema melancólico, dicen que fue compuesto para la hija del baterista, Flores en la Orilla, presenta algo de ritmos latinos, percusiones, pero sin llegar a prevalecer en el resultado final de la canción, Un Cuento Sobre el Agua, cuenta con un coro parecido a Tulipán de Amaia Montero, La Primera Version tiene una frase que tal vez resume la etapa de cambio en que se encuentra el grupo, "ya nada será igual", y luego de los pasos (que reemplazan las olas del mar en El Viaje de Copperpot) viene el que tal vez considero el mejor tema del disco Pequeños Momentos, ágil, fresco, pegajoso, dinámico, buenos riffs de guitarra, buenos efectos de teclado, y muy buena base musical (bajo, batería), se pulieron para cerrar con broche de oro el disco.

En líneas generales, creo no equivocarme al decir que La Oreja de Van Gogh supo reciclar su música con inteligencia, para presentar material nuevo y tal vez cerrar el ciclo haciendo un repaso de sus trabajos anteriores para dar vuelta a la página, porque con lo presentado en A las Cinco en el Astoria, el futuro se ve muy bien.


Amaia Montero

Abandonó La Oreja de Van Gogh para seguir un camino solista, y entiéndase por eso empezar aparentemente de cero, porque la etiqueta"cantante de..." dificilmente podrá soltarse durante un buen tiempo.

Para empezar, yo tengo una visión clara de lo que significa dejar un grupo para seguir uno propio, implica hacer música que no podías hacer con tu ex banda, experimentar, tener libertad para tocar algún instrumento, explorar ritmos y sonidos nuevos, o algo por el estilo, pero a la srta. Montero al parecer no le interesa eso, ella sigue haciendo la música que hacía con La Oreja..., sigue disfrutando del pop y las baladas.

El disco arranca con Quiero ser y los acordes de Siempre (al Abandonarnos) de Duncan Dhu se dejan escuchar para dar paso a la voz de Amaia y entonar una letra algo romántica y digerible, Mirando al Mar, sigue el patrón, balada popera, estribillo meloso, fácil de tararear por la calle, 4 segundos es tal vez la más clara para ser el hit del disco (creo que ya lo es) y ¡oh coincidencia!, es la más cercana al estilo de La Oreja..., 407, creo que pasa como una de relleno (siempre hay una en cada disco), Tulipán es algo así como un homenje a su ex grupo, agradeciéndoles por todo el tiempo vivido ("Que siempre os echaré de menos/que lo demas son solo cuentos/siempre sereis mis cuatro ángeles"), Ni puedo Ni Quiero, es un tema con trompetas mexicanas, simliares a las que usa La Quinta Estación, pero en menor grado, Te Falta Rock, es otra balada, Circulos es quizas el proximo single, porque tiene algo de fuerza, y se parece (una vez más) al estilo de La Oreja..., La Bahia del Silencio, no inspira nada, es un tema más, Te Voy a Decir Una Cosa presenta otra vez los vientos mexicanos (creo que Amaia está apuntando con fuerza a ese mercado), y para cerrar, Por toda una vida presenta un sonido fresco, más que nada de ordenador, bases ritmicas electrónicas, muy posible para un remix discotequero.

En líneas generales, el primer trabajo de Amaia Montero es un tanto irregular, y sus picos máximos los encuentra cuando interpreta temas al más puro estilo de su anterior banda, como estos tres temas que sí tienen pinta de ser posibles éxitos: 4 segundos (que ya es un éxito), Mirando al Mar ("recuerdo el día en que te conocí/quería tu sonrisa para mi/quedaba todavía tanto por vivir") y Círculos ("Ahora quiero ser/la que tanto quise ser/la que tanto yo soñé/la que todavía te quería/ser la que tú no puedes ver/la que aún te tiene fe/la que todavía te recuerda")

Aún me quedo con La Oreja de Van Gogh.
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